Tiroteo en Texas: uno de los héroes que ayudó en el operativo

Tiroteo en Texas: uno de los héroes que ayudó en el operativo

El pueblo de Uvalde, del estado de Texas en Estados Unidos fue testigo de la peor masacre en un colegio en 10 años, con la triste muerte de 2 maestras y 19 niños.


Los eventos transcurrieron el pasado martes 24 de mayo y cada día se revelan más detalles de esta lamentable situación que ha horrorizado al planeta.


Uno de los nuevos detalles del tiroteo en Texas tiene que ver con la participación en el rescate de un oficial fuera de servicio que fue uno de los héroes del operativo.


Transcurso de los hechos


Jacob Alvarado, agente perteneciente al departamento de Aduanas y servicios Fronterizos se lanzó valientemente a la escuela primaria Robb para rescatar a su hija.


Estaba fuera de servicio cortándose el cabello cuando recibió un mensaje de su esposa (también maestra en la institución), indicándole que en la escuela había una persona disparando.


En el acto, Jacob tomó una escopeta perteneciente al barbero y se fue de inmediato a la escuela Robb, mientras que su hija (estudiante de segundo grado) estaba encerrada en un baño.


Mientras que el padre llegaba al colegio, gran parte de los niños y personal del colegio trataban de esconderse del tirador Salvador Ramos que abría fugo en el salón de cuarto grado.


Un padre valiente fue uno de los ayudantes en el operativo

Tiroteo en Texas: uno de los héroes que ayudó en el operativo

Cuando el oficial Albarado llegó al colegio Robb de Uvalde, los agentes del equipo táctico estaban haciendo arreglos para entrar al colegio.


Sumamente angustiado por rescatar a su hija y a su esposa, ideó una estrategia junto con los agentes activos para entrar a la escuela y sacar todos los estudiantes que pudieran.


Según relató, entraron al área donde estaba la hija y mientras buscaban, sacaban a los estudiantes de las aulas de clase por donde pasaban.


Otros dos agentes actuaron como respaldo de Albarado y dos más guiaban a docenas de niños y maestros aterrados afuera de las instalaciones.


Cuando por fin Albarado se encontró con su hija Jayda de 8 años, la abrazó, pero continuó para ayudar a más estudiantes y sacarlos del lugar.


Albarado dijo después en una entrevista: “Hice lo que me entrenaron para hacer”.


Ya el miércoles 25 de mayo en la madrugada, Albarado informó por las redes sociales que tristemente uno de los 19 asesinados era amigo y compañero de su hija.


Escribió que estaba muy enojado, triste y agradecido al mismo tiempo. Que el tiempo sanará el dolor y que espera puedan hacerse cambios en las escuelas de EE.UU para que este tipo de sucesos no vuelva a ocurrir.

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