El 7 de mayo de este año se reportó en el país del Reino Unido un caso de la llamada viruela del mono y al pasar los días se detectaron múltiples pacientes con los mismos síntomas en 11 naciones más.
Debido al incremento de casos en Europa, se ha dicho que es el mayor brote ocurrido de esta enfermedad y la OMS ha manifestado su preocupación.
En vista de que las autoridades sanitarias empiezan a manifestar preocupación, te contaremos los datos más importantes sobre la viruela del mono.
Viruela del mono: ¿de qué trata la enfermedad?
Esta enfermedad originaria de África es producida por un virus de viruela proveniente del mono y otros seres vivos como marsupiales y roedores, pudiéndose transmitir del animal al ser humano.
Los primeros casos confirmados fueron de personas que regresaron de un viaje al país de Nigeria y los demás se contaminaron al estar en contacto con los viajeros.
Entre los síntomas de la viruela del mono están los siguientes:
- Fiebre
- Dolor de espalda
- Dolor de cabeza
- Dolor muscular
- Hinchazón en el cuerpo
- Apatía generalizada
- Aparición de granos o erupción de la piel, primero en el rostro, manos, pies y otras partes
Cómo se contagia la viruela del mono
Este virus es transmitido por los
animales antes mencionados y por estar en contacto con personas que ya
están infectadas.
El medio de transmisión puede ser gotas
de saliva u otros fluidos que entran al organismo si se respiran, caen en
el ojo, en la boca o por la piel si está rota.
El contacto
con objetos contaminados como la materia fecal o la ropa son otros
medios de transmisión posibles.
¿Existe riesgo de que se vuelva pandemia?
Este virus no es nuevo ya que el
primer caso se identificó en un mono en 1970 y ha habido brotes ocasionales
en unos cuantos países africanos.
En el año 2003 fue que se detectó
el primer caso fuera de África en Estados Unidos y en el año 2017 ocurrió
el mayor brote en Nigeria con 172 casos.
Aunque no hay un tratamiento
específico contra esta enfermedad, actualmente la mayoría de los casos son
de hombres adultos que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
Por lo tanto, aunque está bajo observación, las autoridades en materia de salud afirman que no hay motivos para angustiarse, ya que la enfermedad no se propaga fácilmente y no hay riesgo para la población en general.
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